La alumna Elia Peris Fernández, de 3º C, se ha proclamado vencedora del VII Certamen de Microrrelatos del IES Valle de Piélagos en la categoría A, que abarcaba al alumnado de los tres primeros cursos de ESO. El relato titulado Una mirada joven ha sido el elegido por los miembros del jurado después de duras deliberaciones.

Al certamen se presentaron un total de 121 textos, de los cuales 74 pertenecían a la categoría A. Los premios fueron entregados esta mañana por la directora del centro, Cristina Fernández Argudín, en un acto celebrado en una biblioteca repleta de público, que también acogió diversas actuaciones musicales del alumnado del IES, programadas por el departamento de Música.

Además de Elia Peris, resultaron galardonados en esta categoría, los siguientes alumnos: Matías Parra, de 3ºC, obtuvo el segundo premio por su texto Poeta de elegías marchitas; el tercer premio fue para el relato Un alma, de Valeria López (1ºD); el quinteto finalista los cerraron Candela González y Carla Somavilla, ambas de 3ºA, por sus relatos titulados Sombra y Nada, respectivamente.

La alumna ganadora recibió un vale de 50 euros; el segundo clasificado, uno de 30; la tercera galardonada, uno de 20; y las dos últimas finalistas, sendos accésits, reconocidos con un diploma.

A continuación reproducimos los microrrelatos de los cinco finalistas de esta categoría.

La ganadora, Elia Peris, con. la directora del centro, Cristina Fernández Argudín, en el acto de entrega celebrado esta mañana en la biblioteca

La ganadora, Elia Peris, con. la directora del centro, Cristina Fernández Argudín, en el acto de entrega celebrado esta mañana en la biblioteca

Aspecto que presentaba la biblioteca esta mañana en el acto de entrega de premios y actuaciones musicales.

Aspecto que presentaba la biblioteca esta mañana en el acto de entrega de premios y actuaciones musicales.

MICRORRELATOS GANADORES

1º  Elia Peris (3ºC)

UNA MIRADA JOVEN 

Estuve pensando, pero nada se parece a lo que vi a través de aquella ventana. Eran dos enamorados, se miraban y reían como si no necesitaran nada más. Con toda la vida por delante y con ese brillo que te da el primer amor. El se giró hacia el ventanal. 

– ¡Carmen! Vamos a abrir a nuestra nieta, que por fin es viernes.


2º  Matías Parra (3ºC)

POETA DE ELEGÍAS MARCHITAS

Estuve pensando, pero nada, ¿por qué mi arte se volvió contra mí? Cuando me alejé  de esta ciudad dejé atrás ese bolígrafo de sangre y lágrimas, y mi poesía murió.  Entonces, bajo un sauce, este mismo lloró sobre un papel arrugado, y mis estructuras  incompresibles renacieron. La contemplación estelar en miles de noches fue la  actividad que más disfrutaba, el caminar por el cementerio de memorias era algo a la  par melancólico y monótono, pues me aferraba a pasear siempre por las mismas  tumbas. 

Después de miles de lunas, un ruiseñor se posó en mí susurrando palabras llenas de  claridad; la duda se volvió certeza, el fuego luz y la sangre la tinta de palabras  convertidas en arte. 

Espero que en las reflexiones que se hagan en mis crónicas digan que no morí, en  realidad salté hacia la poesía, que no manchen mis elegías. Esta es mi respuesta, soy  arte. 


3º  Valeria López (1ºD)

UN ALMA 

Estuve pensando, pero nada. Pienso que soy… 

Una sombra, en toda esta oscuridad. 

Un silencio, que busca la manera de ser escuchado. 

Un alma triste, en busca de la felicidad. 

Solo pienso que no soy nada más que un alma muerta, entre miles y millones de almas  vivas.


4º Candela González (3ºA)

SOMBRA

Estuve pensando, pero nada… No se me ocurría ninguna forma de deshacerme de ella.  Era una tortura, me perseguía a todas partes. 

Salí de mi casa y empecé a correr, cada vez más deprisa. Me faltaba el aire, pero  conseguí mirar hacia atrás sin perder velocidad. Se había hecho más grande. Al  contrario que la mayoría de los acosadores, ella aparecía solo de día. Cuanta más luz  había, más tamaño adquiría. 

Me dolían las piernas de tanto correr, no tenía sentido seguir, no se separaba de mí.  Me rendí. Dejé de correr y acepté que no puedes deshacerte de una sombra. 


5º Carla Somavilla (3ºA)

NADA 

Estuve pensando, pero nada. Nada a lo que mirar, solo el techo. Nadie con quién hablar.  Ninguna motivación. Nada que hacer, solo estar tumbado. Sentir como me pisotean.  Repetir lo mismo día tras día. Ese horrible sentimiento de no llegar ni a la suela del  zapato. Cada día más desgastado por dentro y por fuera. Me sentía reemplazable, muy  reemplazable. Todas las noches observando la oscuridad, pensando en todo y nada. Y  esta, querido lector, es mi triste historia, la de un felpudo, en el que nadie piensa. 


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